Hoy, cuando en nuestra ciudad ya hemos pasado a la Fase 1 es momento de acordarnos de deportistas FER como Antonio Torrado, que viven esta pandemia lejos de su domicilio familiar en la ciudad de Torrevieja: ésta es la historia del regatista Antonio Torrado.
Sólo y en un piso de 36 metros cuadrados situado en la localidad cántabra de Miengo, está pasando el confinamiento Antonio Torrado, deportista de 21 años y natural de Torrevieja. El joven regatista se encuentra en Santander desde septiembre de 2018. Su apuesta por la vela es total. Sin término medio. Sin tibiezas. Arriesgar para triunfar.“Yo me entreno día a día en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe de Santander. Cada jornada, recorro en coche los 15 km que separan la población de Miengo de la capital. Porque mi gran ilusión es llegar a ser olímpico. No podrá ser en Tokio, pero mi sueño es intentarlo de cara a París 2024”, expresa Antonio.
“El jueves 12 de marzo, dos días antes de que se decretara el estado de alarma en todo el país, en el CEAR nos dijeron que recogiéramos y guardáramos todas nuestras pertenencias porque ya no podríamos seguir entrenando. En ese momento, tuve dudas de si volverme a Torrevieja o quedarme. Realmente, no pensaba que esta situación fuera a alargarse tanto. Es decir, creía que, en breve, seguiría con las clases del curso de Entrenador Nivel 3 de vela aquí en Cantabria. Además, por responsabilidad y por lo que pudiera pasar, preferí no cruzar toda España y reencontrarme con mi familia sin saber con certeza mi estado de salud. Bueno, han sido dos meses largos, de altibajos emocionales, pero lo he llevado relativamente bien. Gracias al Real Club Náutico Torrevieja, que me trajo algo de material, no he dejado de entrenar ningún día. He seguido estudiando y siempre he tenido la sensación de aprovechar el tiempo”.
Son palabras de Antonio Torrado, que, en breve, definirá su futuro “Mi idea es seguir en la clase 49er. Para ello, lo primero es encontrar un nuevo compañero de embarcación para afrontar todos los retos del futuro, ya sea en eventos absolutos, o de la categoría sub-23, a la que aún pertenezco hasta 2022, incluido”, concluye el regatista torrevejense.
Sabemos de las ganas de Antonio por navegar, que sumado al esfuerzo y la lucha que viene realizando, seguro que le llevará a lograr los mejores resultados. Antonio es un torrevejense de corazón, que vive estos duros momentos lejos de su familia, amigos y ciudad
¡Animo Antonio!