Con viento de poniente fuerza III, un año más, la “Cofradía de Pescadores” y el Real Club Náutico de Torrevieja” han celebrado hoy viernes, 14 de julio, la tradicional regata con motivo de la próxima festividad de la Virgen del Carmen, en la que han participado embarcaciones de la “Asociación de Vela Latina de Torrevieja”.
Por orden de llegada se han clasificado las siguientes embarcaciones:
1ª Posición “Pelícano” de Arturo Andreu y J. Bautista Bertomeu; 2º clasificado: “Tabarkino” de Francisco J. Muñoz; Tercera posición para “Mar Azul” de Georges Monseur y un meritorio cuarto puesto para el “León Dormido” de Mª Carmen Carrillo y Antonio F. Murillo. Patrones y tripulantes agradecen la colaboración del barco de Comité apoyo del R.C.N.T que contó en cubierta con la presencia del Presidente de la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana y Director Gerente de este mismo Club Náutico, Carlos Torrado, quien en compañía de Doña Diana Box Alonso, recién nombrada Concejala de Juventud y Deportes de nuestro municipio, ofrecieron una cálida acogida final, bajo “El Caballete”, a las tripulaciones y asociados de la Vela Latina. Las palabras de ambos, recalcaron la importancia de que este singular conjunto formado por: Las Eras de la Sal, los barcos allí amarrados, sus tripulaciones y los oficios artesanos anexos, forman parte de un patrimonio histórico que Torrevieja debe preservar y dar a conocer, tanto a residentes como a visitantes, con claro objetivo de conectar con las jóvenes generaciones que un día decidan tomar su puesto al timón.
Para los barcos participantes en la regata, carentes todos de motor, tanto las arriesgadas maniobras realizadas al zarpar desde el “Embarcadero de la Sal”, bajo el Caballete, en el histórico recinto de las “Eras de la sal”, como las correspondientes a la llegada al mismo, han entrañado una dificultad casi tan grande, como la requerida para controlar la troza, la osta, el avante, el obenque, la escota, el apagavelas y toda una nomenclatura de los cabos de su arboladura, cuyo dominio es imprescindible para la correcta posición al viento de su única vela latina, envergada a la entena (una percha de la que la suspende en forma de triángulo invertido cuyo vértice, “puño de amura”, converge a proa; todo ello para que, evitando grandes escoras (inclinaciones excesivas), el barco se adrice (recupere la verticalidad) y una vez estabilizado por los tripulantes que hacen banda a barlovento (cargan su peso en el lado del viento), mantenga su rumbo y gane más nudos (millas náuticas/hora) de velocidad. De ver el resurgir de la vela tradicional, , a la flotilla de hoy, se unirían como barcos latinos de particulares: “María III” (de 1901),“Cuba”, “Noyla”, “San Agustín”, “Nora”, “Anabella” y “Mariola”; también los de titularidad municipal: “Joven Pablo”, “Toribio”, “La Golondrina”, “La Caña Dulce”, “La Paloma”, “El Abanico”, “La Bella Lola”; asistidos por una “jarbeta”, una “yola”, junto a la “Barcaza de la Sal” y navegando junto a barcos de época de mayor eslora “El Ilex”(1899), el “Isoba” (1929) “Cisne Negro” (1929), “Mjölnir” 1958.La solicitud de declaración B.I.C (Bien de Interés Cultural), presentada en mayo de 2.018 ante Patrimonio de la Generalitat Valenciana, en su epílogo decía así: “Todo ello en su conjunto, requiere sean adoptadas medidas de salvaguarda para que Torrevieja siga “oliendo a estopa, brea y sal”, contribuyendo así a garantizar la pervivencia de las profundas raíces marineras de nuestro litoral alicantino.
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