Hace varios años por estas fechas (siempre después de la finalización de la regata Estrella de Levante), Clemente Guijarro armador del Baraka Mar- con el apoyo del Real Club Náutico, organiza una travesía que une Torrevieja con Formentera que, entre otras cosas, tiene en común las lagunas de Sal.
La última vez que tuvo lugar la travesía fue el 28 de mayo de 2019. La crisis del coronavirus paralizó la actividad. En esta ocasión se retoma con gran entusiasmo y con la participación de 4 embarcaciones y 18 personas. El espíritu no es de pura competición, aunque se tiene en cuenta el horario de salida y la llegada, la regularidad y sobre todo, hacer una travesía de altura disfrutando de la navegación.
En esta ocasión y como estaba planificado las embarcaciones: Baraka Mar, La Victoria, Antoñito Trompetas y Kutune salieron escalonadamente, a lo largo de la mañana y tarde jueves. En primer lugar, lo hicieron la embarcación La Victoria y Antoñito Trompetas que fueron los primeros en salir. Se encontraron con una mar tendida, con viento suave y un poco de brisa. Tomaron la ruta norte para evitar la ola brava y a la altura de Calpe decidieron pasar por el canal donde les cayo un chubasco, mientras sorteaban los numerosos cargueros. Tras ellos ya por la tarde salió el Baraka Mar encontrándose menos mar ya que fue amainado, por lo que puso rumbo directo a Formentera. El último en salir fue el Kutune.
A su llegada a Marina Formentera explicaba el organizador, Clemente Guijarro, “Tenemos que agradecer la gestión realizada por el RCNT ya que hemos tenido un recibiendo muy bueno durante la estancia en la Marina Formentera”. Durante la noche la travesía nos ofreció todo un espectáculo de un cielo estrellado donde se podían contar las estrellas”
Tras descansar, las tripulaciones pasaron un día de ocio y paseos por la isla, para finalizar con una comida de hermandad en el Mirador de la Mola, donde se entregaron los reconocimiento y trofeos de la travesía de Sal a Sal. El premio “Pilolo” fue para el barco Kutune.